domingo, 14 de enero de 2007

La carretera


La carretera me acogió, con el cerebro hirviendo con una mezcla de marihuana y absenta, la sangre corriendo frenética por mis venas de adolescente, y mis ojos y mis oídos que estaban dispuestos a devorar todo lo que tenía que ser visto y oído, a cruzar la linea tantas veces como esta se interpusiera en mi dirección al éxtasis.
La carretera me enseñó, me fundió en abrazos que no acababan, en besos que se deshacian hasta perecer en camas que despertaban entre caricias, junto a ventanas abiertas que dejaban que la suave brisa de la mañana meciera las cortinas, que dejaban entrar los primeros rayos del sol tenue de escandinavia, mientras miraba como despertabas y esbozabas la primera sonrisa, suave, lenta, luminosa.
La carretera, me sentó ante muchos cafés largos, de conversaciones interminables, de sueños irrepetibles, de decepciones, de alegrías y naufragios.
Mi vida empezó en la carretera, cuando decidí que vivir sería hacer camino y que cualquier destino sería bueno si estaba por descubrir.



La foto es de Danny Lyon, recomiendo darle un vistazo a su obra y en especial a su libro de 1968 The Bikeriders.

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